Deméter era la diosa de la agricultura y de los ciclos de la naturaleza. Era venerada como “portadora de las estaciones” y se la asociaba a la tierra, la fecundación y las ceremonias.
Deméter era hija de Cronos y Rea. Tal como sus hermanos, fue devorada por su padre y luego salvada por su hermano Zeus.
Deméter fue amante de Zeus, además de su hermana. Con él concibió a una hija, Perséfone, que Zeus prometió a Hades (dios del inframundo) sin que Deméter lo supiera. El relato más importante de Deméter contaba cómo ella buscaba a su hija perdida, la encontraba como esposa de Hades y llegaban a un acuerdo para que Perséfone pasara seis meses en la tierra y seis meses en el inframundo, junto a su marido. Esta historia explicaba para los griegos el origen de las estaciones: los meses de felicidad para Deméter eran la primavera y el verano, cuando todo florecía, y los meses de tristeza eran el otoño y el invierno, cuando la diosa no avalaba el crecimiento de la naturaleza.
Se la representaba sobre un carro y con arreglos florales, frutas y elementos de la cosecha. En muchas ilustraciones, se incluían también imágenes de su hija Perséfone.
Es una de las deidades más antiguas de la religión griega. Fue protagonista, junto con su hija Perséfone, de unos rituales de iniciación llamados misterios eleusinos, que se hacían en la ciudad de Eleusis. En estas celebraciones, los griegos hacían ayunos y sacrificios para ayudar a Deméter en la búsqueda de su hija.